Es fundamental protegerse de los rayos ultravioletas (UV) para evitar quemaduras y prevenir enfermedades de la piel pero son muchos los mitos que existen alrededor de la aplicación del protector solar y de la exposición al sol.
Aquí te informaremos sobre las verdades para disfrutar del sol con total seguridad.
¡Aprende a utilizar bien tu protector solar!
-Todas las pieles pueden usar el mismo protector solar: ¡FALSO!
Cada piel es diferente y necesita unos cuidados específicos depende de sus características. Por ejemplo: las pieles más blancas o las pieles con cicatrices necesitarán siempre de protectores de mayor SPF.
– Si utilizo protección solar nunca me voy a broncear: ¡FALSO!
Cada persona tiene que ser consciente del tono natural de su piel y tomárselo con paciencia ya que uno puede tardar más o menos en broncearse, pero, al aplicar protección solar, evitarás quemaduras y conseguirás un bronceado saludable durará más tiempo, más uniforme y sin manchas.
– Debo aplicarme el protector solar media hora antes de la exposición al sol: ¡VERDADERO!
Para que tu piel realice una absorción adecuada, es muy recomendable que, media hora antes de la exposición al sol, realices la primera aplicación. A partir de aquí debes ser constante y aplicar una nueva capa cada dos horas. Recuerda que si te bañas debes volver a aplicarte el proyector solar, ya que su eficacia se reduce un 80% con el agua o al secarte con la toalla.
– Las pieles oscuras no necesitan protección: ¡FALSO!
Los rayos UV penetran todo tipo de piel, independientemente del color. Es verdad que las pieles oscuras no se queman tan rápido como las pieles más claras, pero aún así pueden sufrir severas quemaduras por culpa del sol (la piel se daña, se siente caliente, y se tensa). Es importantísimo encontrar el factor de protección adecuado y aplicarlo con frecuencia.
– No hace falta protector solar si está nublado: ¡FALSO!
Por muy nublado que esté el día, los rayos UV se filtran entre las nubes, por lo que es necesario usar la misma protección que te pondrías en los días soleados.
– Solo debo usar protector solar cuando tome el sol: ¡FALSO!
Es un error bastante común. El sol sigue brillando y los rayos UV siguen penetrando tu piel bien sea en la playa, paseando por la calle o en una terraza. Protege tu piel con protector solar en las zonas que pueden quedar expuestas.
¡Incluso en casa! La luz azul es esa luz artificial que proviene de los dispositivos electrónicos (móviles, portátiles, lámparas, fluorescentes y luces LED) que nos perjudican y dañan, haciendo que aparezcan nuevas manchas en la piel, perdiendo firmeza y elasticidad y contribuyendo a acelerar el proceso de envejecimiento de las células.
– Puedo seguir usando el protector solar del año pasado: ¡VERDADERO!
Verdadero, pero con algún matiz. Para saber si el protector solar del año pasado es apto para su uso, debes tener en cuenta cuando lo abriste por primera vez ya que cada protector solar indica cuando ya no son efectivos. Pasado ese tiempo, tu protector solar empezará a perder propiedades. Si respetas la fecha de caducidad es probable que el protector solar que no terminaste el verano pasado pueda servirte este año.
Conservar en lugar fresco y seco y a salvo de la luz del sol. Y si en abrir tu protección solar compruebas que huele mal, tiene otro color o su textura es más líquida, no lo dudes y tírala.
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